lunes, 20 de diciembre de 2010
Una vez.
Una vez, en el crepúsculo de una tenue media noche de luna menguante, en el momento exacto antes de dormirme. Así como cada noche, adulado y cobijado por mis interminables sueños sobrenaturales. Cabeceando ante los brazos de Morfeo. Oyóse en mis pensamientos una lúgubre letra. Como si suavemente cantasen a mi oído los vientos acompañados de millares de ángeles. Esto es — dije sin pensarlo — un visitante. Un visitante de las dimensiones extraviadas, de los mundos distantes. Eres acaso tú. — Dije como si desde siempre le conociese — que has venido por mi alma, saciando al fin mis ruegos mortales. Es acaso esta tu voz la que me acuna. — Dije hasta el momento de despertar— hallándome solo, rodeado de los temores de la infancia. Solo ahí, recostado junto al pequeño libro de vivencias de nombres ya por muchos olvidados. — He soñado con los ángeles — suscité al compás del viento que estremeció mi cuerpo tras pasar de golpe por mi ventana. Plegando de manera sutil los telares que le cubren. — fuiste tú. Viento. Quien despertó mi mente de su letargo diario, propiciando así el hecho de que yo; confundiese tu voz con la de dios— dije cubriendo nuevamente mi cuerpo con los telares de mi cama.
—No— respondió la voz de mil ángeles junto a mi lecho. De golpe desplegué las tapas que cubrían mi asustado cuerpo; hacia mis pies. Exaltado y agitado por escuchar ya en estado consiente, aquella voz armónica, compuesta de mil voces. — es acaso esta una broma de mis sentidos, tramada tal vez por las influencias de mis deteriorados y avejentados libros. O por sus ya muertos creadores, para que así de algún modo, yo no olvidarles. Puesto de aquel modo. Increpo a usted en el filo de la locura. El no olvidar palabra ni nombre alguno de sus escritos eternos. — desconcertado busque de modo consiente explicación tanto lógica como ilógica a los acontecimientos ocurridos en mi habitación.
— No — nuevamente aquella voz de escalos fríos. Musitaba su negativa o tal vez su descontento. Aun mas es mi estado consiente. Vi posado frente a mí una silueta difusa y transparente que transgredía la cotidianidad de mi casa. — Tú — dije— ser de lo efímero y quimérico, que vienes a alarmar mis temores. Presentándote así como si nada. Y negando mi autoridad y derecho a pensar mientras divago entre los miedos ocultos en el filo de mi locura. Y te posas, opacando mis ideas mortales con un aire sublime de superioridad. Decidme… ya y ahora. La causa del porque procuras alarmarme con tu presencia junto a mi lecho de descanso diario. — y el ser dijo: “No” dejando con una simple palabra en jaque todo sermón por mi antes conferido. Alterando de aquel modo mi ira y los miedos más profundos de mi alma —Tú, espíritu maligno. Desaparece ya de mis dominios. Que ni permiso ni simpatía de mi parte has obtenido. Desaparece de mis sueños vívidos… o simplemente dejadme despertar— y nuevamente en jaque quedaron mis sentidos con su negatividad: “No”.
— es acaso — dije ya enfurecido sentado reposando mis espaldas en el madero de mi lecho, mirando fijamente un punto neutro a través de aquella horrida aparición— es acaso; que he hecho mal alguno, en algún dominio por tu poder controlado. Horrido y repugnante espíritu maligno. Es que en alguno de mis actuares recorrí por tus pasados he interferí negativamente en ellos. Provocando que hoy vinieses como alma en pena a atormentarme. Si aquel el caso y acierto en la razón del porque en esta cálida noche de luna menguante, llegas sometiendo con tus fuerzas la acogedora tibiez de mi habitación. Convirtiéndola en gélida caja de nada. Y más aun quedándote impávido protegido con tus negativas. Si es así. Entonces te pido perdón. Y la criatura respondiendo a todo arsenal de palabras entrelazadas. “No”.
Así fue, dialogo más monótono de vez alguna. Y sin más algo que hacer, rindiéndome yo a su presencia. Mantuve Sin palabra ni movimiento y en contra de mi voluntad. Vigilia de noche en vela. Deseando que aquel ser en algún momento se marchase, de junto a las fronteras del lecho de mi descanso. Pero el volvió a atormentarme. Homenajeando el terror a su recuerdo, hacia las fronteras de mí descanso; con su gélida negatividad. En cada cuarto de luna menguante. Una, otra… y otra vez…
Elioth Demian
martes, 16 de noviembre de 2010
100 seguidores. ¡Muchas gracias!
Ha pasado mucho tiempo desde que iniciamos este sencillo pero decidido blog. Luego hemos crecido poco a poco, a veces lentamente, pero no hemos dejado de estar y desear que la poesía que hay en nuestras venas se quede en silencio, sino que les hable directamente, sin miramientos, sin falsedades, sin deseos mas que de ser y existir. Deleitar quizás, ojalá.
Hemos conseguido que muchos mas se nos unan y somos sobre 1000 personas en el Clan de la Rosa.
Ahora me complace decir que tenemos una nueva apariencia para nuestro blog, mas moderna y con la nueva tecnología y encriptado de Blogger.
En los días que vengan espero que sigamos creciendo y que el flujo de los poemas sea mas y mas caudaloso.
Muchas gracias a todos.
Les saluda
viernes, 3 de septiembre de 2010
la sombra de las rosas
martes, 24 de agosto de 2010
Vuelve el alba:
Sin su voz, y nací llorando.
Por pérdida amada, por pena eterna.
Que marco en su sueño el pecado.
Alguna vez su rostro en mis sueños,
Junto al beso que le he dado.
Alguna vez le veo y me sustento,
De su beso del pasado.
Alguna vez su cuerpo en mis sueños,
Caminando a mi lado.
Me sonríe, ante un te quiero.
Y mi alma se ha ilusionado.
De alegrías, sin temor, sin desconsuelo.
Con su risa, junto a mi. ¡Puedo vivir!
Pero vuelve el alba, con su estruendo.
Y lo bello ya se ve partir.
Y es cuando pregunto. ¿Cómo ser feliz?
Sin su beso, sin su rostro, sin su cuerpo.
Sin la esencia de mi alma, hoy junto a mi.
[[Elioth demian]]
sábado, 31 de julio de 2010
Perdido
Cada día despierto y mi alma me dice,
me llama incansable la mirada que perdí
tras ese espejo que me maldice,
¿Quién eres? Le dije.
Ya me he olvidado de quien fui,
lo que vine a hacer, por lo que me levanté,
y quiero salir de este encierro,
a cada instante que prolonga muero.
Arrojado sin brújula al desierto,
y simplemente en el suelo agotado,
recordando las tristezas del pasado,
y sentirme por dentro derrotado.
Quisiera olvidarme de verdad de mí,
no sentir mi presencia, ni latir,
sólo recostarme quiero, no sentir,
¿Qué más les puedo admitir?
Empujado por la inexorable vida,
obligado a no poder detenerme,
es que ya le expliqué a la gente,
te devuelvo el regalo, que me lleve la muerte.
¿O qué? O devuélveme aquello,
dame un sentido ¡Oh grande!
de lo que me despojaste,
Devuélveme mis sueños.
No sé porque me referí a mi misma en masculino, no sé, alguna volada extraña.
Mis agradecimientos y felicitaciones a todos los participantes de este blog, espero que sigan así y tome cada vez más fuerzas, yo intentaré hacer mi parte de tenerlo en buenas condiciones y ambientado para que sea un refugio agradable para todos nosotros.
(Imagen de =iNeedChemicalX)
martes, 8 de junio de 2010
ataduras
jueves, 25 de febrero de 2010
extrañar
domingo, 31 de enero de 2010
¿historia de un pasado?
martes, 26 de enero de 2010
analogia de un amor
mis lavios traidores,